Mucho antes de la colonización europea, el desierto del Parque Estatal Valle del Fuego en los Estados Unidos, era el hogar de los Anasazi, un antiguo pueblo indígena.
Sin embargo, la naturaleza ya hacía su trabajo en esta región hace miles de años por medio de movimientos tectónicos, creando cañones, cañones y montañas maravillosas.
Amanecer
Hoy, este hermoso lugar tiene el nombre de Parque Estatal Valle de Fuego, y recibe la visita de diversos turistas que quieren ver de cerca toda esta increíble y peculiar belleza natural.
Para apreciar este paisaje impresionante, vamos a hacer un paseo por este lugar que es uno de los más hermosos de América del Norte.
Una vez que el sol nace en el desierto, la temperatura inicial es muy baja, de apenas 10 grados, pero llega a picos altísimos en el transcurso del día, alrededor de 43 grados.
Hace unos 150 millones de años, esta área estaba cubierta de pinos y el clima era templado.
Hoy en día, es un desierto mayoritariamente seco y árido. Las lluvias son raras y, cuando ocurren, la superficie del suelo se desprende y crea estos curiosos copos de tierra.
Aquí, la naturaleza es el gran artista de todo, creando y moldeando piedras donde antes había lodo, mientras pinta el desierto con hermosos tonos de marrón y anaranjado.
Colores y formas
La unión de algunos pasajes de agua, ya sea por medio de ríos que ya no existen, o por medio de lluvia, en unión con el viento y la erosión, creó esas formas increíbles repletas de picos, cañones, cavidades y montañas, en un proceso de millones de años.
En el pasado, las placas tectónicas se movieron y crearon enormes rocas. La lluvia y el viento contribuyeron a la formación de estas formas increíbles.
El suelo pasó por diferentes composiciones, creando colores distintos que se pueden ver en las piedras. El resultado es una rica pintura natural hecha por las manos de la naturaleza.
Las rocas rojas son ricas en óxido, como resultado de la oxidación del hierro presente en ellas. Las piedras oscuras son ricas en manganesio.
La colina es un ejemplo de cómo los colores pueden diversificar el paisaje de este desierto tan maravilloso.
Agua
El agua es prácticamente un tesoro en el desierto, y es raramente encontrado en un escenario como éste.
El agua crea un hermoso escenario temporal, pues, debido a la alta temperatura, se disipa rápidamente.
Así que el agua desaparece, va poco a poco creando erosión en las rocas, creando cañones, cavidades y cañones.
De esta forma, los cañones crean lechos de río, y así el agua hace su trabajo en el suelo. Durante el período de lluvias, es muy peligroso pasar por esas áreas debido a las pequeñas inundaciones que surgen en la zona.
En algunos casos, el agua «cava» algunas cuevas en los bancos de arenisca y crea formas increíbles como las que puedes ver en la imagen de abajo.
Petróglifos (diseños grabados en roca)
Los antiguos nativos habitantes de la región dejaron varios petróglifos en las piedras hace miles de años, distribuidos en muchas partes del desierto.
Se cree que estos grabados eran parte de tradiciones religiosas, pero también podría ser u
La forma de mostrar su historia para las generaciones siguientes.
Anochecer
Con la llegada de la puesta del sol, la temperatura en el desierto disminuye, y el cielo comienza a ser pintado de tonos de rosa, naranja y amarillo, dejando el desierto aún más colorido y en el parque estatal valle del fuego en los Estados Unidos.
Noche
El desierto es un lugar en el que donde es prácticamente imposible que el ser humano pueda vivir, por eso no hay ciudades cerca, y mucho menos coches y contaminación.
Por eso, el cielo es uno de los más claros y límpidos ya vistos, y así es posible ver todo el esplendor de las estrellas.
¿Te gustó el Desierto del Parque Estatal Valle del Fuego en los Estados Unidos? Un lugar impactante por su variedad de colores y la belleza del paisaje.
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Fuente: Viaje Costa Oeste EEUU (Video)