Una perra desamparada y triste
Un reportero vio a una perra de la calle detrás de una máquina expendedora y decidió ayudarla. Esto cambió la vida del can para siempre.
BJ Nemeth, un reportero de Atlanta, estaba regresando a su casa, cuando decidió parar para comprar un refresco. Mientras caminaba hacia la máquina expendedora, se sorprendió al ver un un par de piernas peludas saliendo por debajo de ella.
«Tomé una foto con mi teléfono y ella sólo se inclinó y miró directamente hacia mí.» dijo Nemeth. El hombre tenía bien en claro que algo tenía que hacer para ayudarla.
¡La perra parecía muy triste y completamente exhausta!
Nieth tuvo la sensación que alguien la había abandonado deliberadamente. Estaba en un lugar con poco tránsito y no tenía muchas posibilidades de ser rescatada por alguien.
Una persona de buen corazón y el rescate
El hombre llamó a algunos grupos de rescate locales, pero se estaba haciendo y ninguno estaba disponible. Entonces decidió pasar un tiempo tratando de ganarla confianza de la hermosa niña con la esperanza de poder atraparla.
Nieth compró una pequeña bolsa de galletas de queso y consiguió despertar la atención del animal. Ella no le gruñó, apenas mantuvo contacto visual mientras comía.
Nieth llamó a la perra Soda-Pup y, a través de las redes sociales, muchas personas acompañaron las actualizaciones del rescate.
Una vez que la perra terminó su comida, el hombre volvió al automóvil y tomó una toalla del baúl. A continuación, arrojó la toalla sobre el cuerpo de Soda-Pup y la atrapó.
La pequeñita todavía estaba muy nerviosa pero sabía que finalmente estaba segura.
«Después de unos 45 minutos de conducción, empecé a sentir su nariz fría tocando mi codo.» comentó Nemeth. «Estaba sentada detrás de mí con una inmensa sonrisa.»
Los nuevos amigos se dirigieron de regreso a Atlanta y Nemeth acogió a Soda-Pup en su propia habitación.
Pero como su perro Brisco, no reaccionaba bien a la presencia de otros perros en la casa, Nemeth sabía que no podía adoptar Soda-Pup.
Un nuevo hogar
Sin embargo, el hombre sentía que la debía ayudar a encontrar un hogar. Lo primero fue llevar a la perra al otro día a la veterinaria.
El especialista determinó que Soda-Pup tenía cerca de 4 años de edad, que necesitaba vacunas y ser esterilizada. Además, tenía una pequeña abrasión bajo el ojo derecho que necesitaba medicación.
Afortunadamente, Nemeth fue capaz de cubrir los gastos médicos y el veterinario hasta le dio un descuento por cuidar tan bien de ella.
«Parece demasiado saludable para haber sido un perro de calle toda su vida.» dijo Nemeth. «Pero no tenía collar, ni microchip y estaba muy incómoda al principio.»
«A pesar de ser un poco tímida, no tardó mucho para que ella estuviera corriendo, jugando y sacudiendo la cola para todos” agregó.
Aunque Soda-Pup ha sido recientemente esterilizada, ella no dejó que eso la molestara. Incluso aprendió que su cono de plástico es la herramienta perfecta para derribar el estante donde están las golosinas.
Con la ayuda de Nemeth, la perrita abandonada a su suerte renació… Sin embargo, ella todavía necesitaba una familia amorosa y responsable.
Afortunadamente, Nemeth tiene una amiga de confianza en Dallas que ya estuvo de acuerdo en adoptar a Soda-Pup.
Sólo resta que la perra conozca a su nueva dueña y para ello, Nemeth se quedará allí por algunos días para hacer que la transición sea más confortable.
Por suerte, Nementh pudo ver a la perra de la calle detrás de una máquina expendedora y conseguirle un hogar que le brinde el amor que se merece.
Si te consideras una persona solidaria, comparte esta gran historia. Es un forma de motivar a otros a que colaboren con aquellos que más lo necesitan.
Y si ves a una perra de la calle detrás de una máquina expendedora como le pasó a este reportero, quizás puedas ayudarla.
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Fuente: The Dodo