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Prisionero y herido: el sufrimiento del gorila que vive aislado hace 28 años

Otra historia de maltrato animal

Heridas abiertas, alimentos en mal estado  y paredes de hormigón manchadas con excrementos. Estas son sólo algunas de las condiciones vistas en las fotos divulgadas por una ex funcionaria de Monkey Jungle, un zoológico que funciona desde hace 84 años en el condado de Miami-Dade, en Florida y que ahora enfrenta  una acusación por abusar de los animales.

Dos de los primates explotados hace mucho tiempo por el lugar incluyen un gorila y un orangután. En las fotos, el orangután hembra, llamado Mei, se muestra de pie contra las barras de su celda y de espaldas a la cámara, completamente mojada con lo que se cree que es orina.

En otras imágenes se ve el sufrimiento del gorila llamado King, el único del zoológicológico, quién exhibe múltiples heridas en el estómago mientras se queda atrapado en un pequeño armario de hormigón, agarrado a las barras de metal.

Más imágenes muestran pájaros dentro de jaulas  estrechas e inmundas en una pequeña sala sin ventilación.

Melanie Lustig, la ex cuidadora de primates que originalmente publicó las fotos en internet, trabajó en el zoológico durante unos siete meses antes de salir el 15 de septiembre, pocos días después de la devastación del huracán Irma en el estado.

El zoológico lo niega todo

El zoológico niega las acusaciones de abuso y afirma que las fotos muestran a los animales después de ser colocados en edificios durante varios días durante el huracán.

Lustig afirmó que presenció varios casos de negligencia cometidos por el gerente del establecimiento.

Otros ejemplos incluyeron el uso de mangueras en los animales para forzarlos a entrar en diferentes recintos, privación de alimento cuando no se presentaban en shows y medicación inapropiada, causando la muerte de al menos un animal.

«Todos los días, descubrí otra cosa que me hacía querer dejar de trabajar allí», afirmó Lustig, observando que sus sospechas de abuso comenzaron poco después de ser contratada.

«Tuve que controlar las lágrimas al ver cómo los animales eran tratados por la administración y cómo nos dijeron que debíamos  cuidarlos.

Cuando percibí que necesitaba salir de aquí, mis compañeros de trabajo empezaron a pedirme que tomará fotos de todo lo que veía porque también se sentían incómodos «, observó.

King, el gorila de 48 años, llegó al Monkey Jungle en 1979, cuando tenía unos 10 años. Anteriormente, él estaba obligado a participar en presentaciones de circo y aún se utiliza regularmente para ese tipo de espectáculos, dijo Lustig.

En los últimos 28 años, el gorila ha vivido solo. Su recinto de tres partes incluye una sala para jugar, una casa donde a menudo duerme y un recinto exterior. Lustig dijo que constantemente parecía ansioso y cortaba las heridas abiertas en su estómago.

Cuando Lustig sugirió intentar diferentes tratamientos para curar las heridas, la administración las ignoró y continuó utilizando una pomada.

Mei, el orangután de 32 años, actualmente no tiene acceso a la parte exterior de su recinto, de acuerdo con Lustig, y generalmente no le gusta participar en shows.

Por eso, rara vez sale. «Permanecer sola en los últimos 10 años realmente fue arduo para ella. A veces, estaba tan aburrida que permanecía de espaldas al concreto durante horas.

En otras veces, empezaba a arrancar la pintura de las paredes para evitar enloquecer «, observó Lustig.

Las autoridades… bien gracias

La divulgación de las fotografías hizo que la Fundación Animal Rights Foundation (ARFF) presionara al USDA para investigar las instalaciones.

Ahora, después de que otros tres ex empleados contaron los abusos que ocurren en el lugar, el Zoológico Miami, que no está afiliado al Monkey Jungle, también está alentando la investigación de las denuncias.

Esta no es la primera vez que el zoológicológico recibe denuncias de crueldad contra los animales.

Una campaña para liberarlos

En 1997, ARFF lideró una campaña para convencer al Monkey Jungle de entregar el gorila King al zoológico de Atlanta, donde creían que podía vivir con otros de su especie.

Estos esfuerzos atrajeron gran atención de la renombrada primatóloga Jane Goodall, que defendió que King fuera llevado a un lugar donde pudiera vivir al lado de otros gorilas.

«Esa campaña duró alrededor de dos años. Desgraciadamente, Monkey Jungle nunca cedió» dijo Nick Atwood, gerente de campañas de ARFF.

«Al ser una fuente de dinero para ellos, resistieron todos nuestros esfuerzos para transferirlo», agregó.

En el video que sigue vas a ver cómo el zoológico muestra una realidad distinta a los visitantes y oculta lo que verdaderamente pasa…

Atwood dijo que su principal preocupación con King y Mei es la salud mental debido a la ausencia de estímulos.

La salud de los gorilas

Muchos primates salvajes, especialmente los gorilas, dependen de sus comunidades para socializar y desarrollar lazos.

También necesitan una gran cantidad de estímulos físicos y mentales. Los orangutanes caminan constantemente y suben a los árboles a lo largo del día en la naturaleza mientras los gorilas pasan la mayor parte del tiempo en busca de alimentos.

La ARFF seguirá hablando en nombre de King y Mei, con la esperanza de trasladarlos y que vivan entre otros primates y recibir cuidados veterinarios adecuados.

Atwood cree que Mei prosperaría en un santuario como el Center for Great Apes, en Wauchula, en la Florida.

Considerando el sufrimiento del gorila, la edad y el hecho de haber pasado la mayor parte de su vida solo en cautiverio, Atwood no sabe si  podrá integrarse fácilmente en un grupo social.

«Mi objetivo es conseguir para los animales la ayuda que necesitan. «Ellos son animales increíbles y sería fantástico que disfruten de la vida nuevamente», finalizó.

Al ver las imágenes está claro el maltrato a los animales y el sufrimiento del gorila.

¿Y las autoridades?   ¿Privilegian el negocio a la salud de los animales?

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Fuente: The Dodo , Miami Herald (video)

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