Había que rascarle la espalda
Un lémur les pide a dos niños que le rasquen la espalda y cuando se detienen les marca que sigan. Y los niños tienen que seguir.
La picazón en la espalda es difícil porque está fuera de su alcance y aparentemente también sucede lo mismo con los animales.
En un video que circula por internet, un lémur les pide a dos niños que le rasquen la espalda.
Entonces los dos niños cumplen con el pedido del animalito y con sus manos se dedican a la tarea. El lémur está tranquilo y relajado.
Cuando los niños deciden hacer una pausa y descansar por un rato, el lémur los mira como diciendo ¿Porqué pararon? Levanta su pata derecha y toca su espalda, haciendo un gesto para que los niños sigan rascando en el lugar.
Pero un par de “rascadas” parecen no ser suficiente para el insaciable lémur que continúa dándose palmaditas en su espalda cada vez que los niños retiran sus manos.
Los niños ya están un poco cansados de los pedidos del animal pero igualmente siguen con la labor.
Lo simpático y admirable es como el animal se hace entender y les pide a los niños ¿Me podes rascar la espalda?
Así que estimado seguidor no solo la picazón en la espalda es propia de las personas. También los animales necesitan ayuda para rascarse la espalda.
Realmente la naturaleza nos da siempre un momento para disfrutar. ¿Le rascarías la espalda a un lémur u otro animal si te lo pide? Leo tu comentario
Te invitamos a compartir esta historia tan simpática en las redes sociales. Seguramente se van a sonreír al ver las imágenes. Gracias por visitar nuestro blog y hasta la próxima.
Fuente: Zoorprendente, Mario Filio (Youtube)